Feministas uruguayas exigen a Presidente electo apoyar aborto legal

Más de 50 organizaciones feministas dirigieron una carta pública al Presidente electo Tabaré Vázquez en la que le exigen apoyar la legalización del aborto en Uruguay.

Las feministas reaccionaron así a las declaraciones de Vázquez que al finalizar el año reiteró su oposición al aborto legal.

Con el argumento de que el Estado debe mantener su “laicidad” y “la pluralidad de la sociedad”, las feministas reclaman al mandatario por reunirse con los representantes de la Iglesia Católica para analizar la problemática del aborto.

“Una vez más, aspectos que afectan las condiciones de vida de las familias y del derecho a decidir de las mujeres vuelven a ser objeto de conversaciones a puertas cerradas entre hombres políticos y jerarquía de la Iglesia Católica”, escribieron.

Asimismo, arguyen que la mayoría de la población uruguaya quiere el aborto legal y presionan a Vázquez para que actúe “en consecuencia”.

Según las mismas feministas, desde 1984 hay un constante esfuerzo de los abortistas para despenalizar el aborto en Uruguay pero nunca han tenido éxito.

La última iniciativa sobre este tema es el proyecto de Ley de Defensa de la Salud Reproductiva, que llegó a ser aprobado en la Cámara de Diputados el 10 de diciembre de 2002, “pero no alcanzó a convertirse en ley porque el 4 de mayo de 2004, cuando el Senado se pronunció, faltaron 3 votos más por la afirmativa”.

El polémico proyecto incluye en una misma norma la posibilidad de ampliar la educación sexual, los servicios de anticoncepción, maternidad y paternidad responsable; así como la posibilidad de acceder al aborto legal hasta las 12 semanas de embarazo; todo como parte de los denominados “derechos sexuales y reproductivos”.

“Estamos ante un asunto de la agenda política, que por ser un tema de derechos nos implica a todos y a todas”, la convocatoria busca“desechar el camino de acuerdos y compromisos elaborados a espaldas de la ciudadanía y a meditar sobre las consecuencias que tienen estos procedimientos sobre la credibilidad política y la calidad de la democracia”, agregaron las feministas.