Una mujer católica, integrante de un dicasterio vaticano, se ha convertido en el nuevo blanco de las feministas mexicanas que se oponen férreamente a que asuma un importante cargo público en los próximos meses.
María Eugenia Díaz de Pfennich debería suceder a Patricia Espinosa como presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), una vez que ésta concluya su gestión el 30 de noviembre próximo. Sin embargo, su nombramiento ha alterado a las consejeras feministas de este órgano y ahora reclaman su remoción ante el Presidente Vicente Fox.
Las consejeras Roxana Cuevas, de la Junta de Mujeres Políticas, y Candelaria Ochoa, de Estudios de Género de la Universidad de Guadalajara, cuestionaron el nombramiento como un retroceso para el país y acusaron a la elegida de "ultraderechista".