La Food and Drug Administration (FDA) ordenó a los fabricantes del inyectable anticonceptivo Depo Provera informar a las usuarias sobre un nuevo riesgo para las usuarias del fármaco: debilita el sistema óseo irreversiblemente.
La FDA exigió a la empresa Pfizer Inc. implementar la advertencia más evidente posible para que no quede dude a las usuarias de que si utilizan la droga por un período largo pueden perder densidad ósea.
Asimismo, la FDA recomendó a la usuarias no recurrir a la droga, que debe inyectarse cada 13 semanas, como “última opción” anticonceptiva.