Méndez asegura de Xavi que era "un hombre bueno, con las prioridades claras. Buen periodista y, sobre todo, hombre de familia. Compañero en La Razón, donde aprendí de él que es posible conservar la templanza en la agitación, corregir con amabilidad y compaginar la exigencia profesional con la humildad del corazón. Nunca lo hablamos abiertamente, pero sospecho que el secreto de su serena alegría y de su bonhomía estaba en su amistad con Dios".
En la última conversación que tuvieron Xavi Prats y Méndez "hace no mucho, siendo él ya Dircom de Fomento, fue sobre la importancia de colocar a la familia en el centro de la vida, y no el éxito laboral, porque la vida es más corta de lo que nos pensamos y merece la pena apostar fuerte por las cosas realmente importantes. Por eso se fue (nos fuimos) del periódico, nos decíamos. Él por su mujer, con quien ha emprendido su último e inesperado viaje, y por sus hijos, a quienes no se resignó a ver crecer sólo desde el fondo de pantalla de un ordenador y a los que hoy, de un modo nuevo, cuidará para siempre. Esa apuesta por los tuyos es tu mayor legado a tus hijos, Xavi. Os pido oraciones por sus hijos, a quienes un accidente fatal, y no Dios, les ha arrebatado a sus padres. Dales, Señor, a Xavi y a Teresa el descanso eterno, y brille para ellos la luz perpetua".
El diario El Norte de Castilla habló con Rocío Ruiz, responsable de la sección de Educación en el diario La Razón.
Ruiz aseguró que están "absolutamente consternados porque además de ser muy profesional, era muy querido. Era una persona carismática, de verdad le apreciábamos".