El Obispo de Gómez Palacio (México), Mons. José Fortunato Álvarez Valdez, falleció en la madrugada del 7 de noviembre, tras una larga enfermedad por problemas gastrointestinales.
Mons. Álvarez Valdez habría cumplido 51 años el 8 de noviembre.
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) señaló en un comunicado publicado hoy que "en su dura batalla y frágil estado, hoy el Señor en los primeros minutos de este día lo ha llamado a vivir en su pascua eterna".
Mons. Álvarez Valdez sufría de problemas gastrointestinales desde tiempo atrás. En marzo de este año, la CEM indicó que Mons. Álvarez Valdez se encontraba "delicado de salud y está recibiendo atención médica".
A pesar de una aparente mejora en las últimas semanas, la CEM y la Diócesis de Gómez Palacio confirmaron hoy la muerte del Prelado.
Los obispos mexicanos aseguraron que "desde nuestra fe en la resurrección, ponemos nuestra esperanza en el Buen Pastor, Jesucristo, quien lo ha llevado a reposar a los verdes campos y praderas de la eternidad junto a Él".
"Nos unimos al dolor de esta hermana diócesis, a su familia, a los sacerdotes, miembros de la vida consagrada y fieles, manteniéndonos unidos en la oración y en la Eucaristía".
Los obispos alentaron además a encomendar el alma de Mons. Álvarez Valdez a Dios y celebrar tres Misas "por su descanso eterno".
"Nuestra Señora de Guadalupe, lo auxilie, lo acompañe y lo lleve al cielo. Confiamos el cuerpo y alma de nuestro hermano obispo a la misericordia de Dios", expresaron.
Diversos medios de prensa locales difundieron que el Arzobispo Primado Emérito de México, Cardenal Norberto Rivera, abandonará el país por seguridad tras la balacera ocurrida en su casa el 21 de octubre. ¿Qué hay de cierto? El P. Hugo Valdemar, que fue vocero del purpurado durante 15 años, responde.
El Arzobispo Primado de México, Cardenal Carlos Aguiar, visitó la tarde del 31 de octubre a su predecesor en el gobierno pastoral de la capital mexicana, Cardenal Norberto Rivera, para expresarle su cercanía tras la balacera que se registró en su domicilio.
En medio de la crisis humanitaria por la caravana de migrantes centroamericanos que atraviesa actualmente el país, los Obispos de México hicieron un llamado a no cerrar los ojos y el corazón, y brindarles ayuda.
