Anugrag Gemethi, un niño cristiano de siete años al que todos le decían "Anmol", fue torturado y asesinado por extremistas hindúes en una localidad de Rajasthan, en el noroeste de la India.

Los padres de Anmol lo vieron por última vez cuando salió de su casa para la escuela dominical. Al ver que no regresaba, pusieron la denuncia. El cuerpo -irreconocible- fue hallado al día siguiente, 18 de noviembre en un hospital.

Según el informe de la autopsia, el menor murió ahogado. Sin embargo, cinco testigos del hospital indicaron que el cuerpo tenía evidentes signos de tortura que fueron ignorados por el médico.

Más de 200 personas asistieron al sepelio y al funeral. "El lamento de la gente y los padres fue desgarrador", dijo un oficial.

Harish Gemethi, padre del niño, dijo a la policía que "desde hace años algunos extremistas hindúes locales amenazan con matarme y han dañado a mi familia muchísimas veces". El hombre dio los nombres de los agresores y pidió a las autoridades que abrieran una investigación en su contra, pero todas sus sugerencias fueron ignoradas hasta el momento.

En la aldea vive una comunidad cristiana de 45 creyentes. En septiembre, un grupo de extremistas hindúes interrumpieron un encuentro de oración de los fieles y amenazaron de muerte a los presentes.

"La tortura sin precedentes y la muerte de este niño inocente entristecen nuestros corazones aunque parezca increíble" dijo K.P. Yohannan, fundador y director internacional de "Evangelio para Asia". "La persecución a los cristianos es un acontecimiento semanal, pero esta intensidad de brutalidad contra un niño es impensable. A pesar de todo en esta horrible tragedia, nos encontramos con la fuerza y la esperanza en Jesús" expresó.

Según Yohannan, la persecución a los cristianos se incrementó en más del 400 por ciento en los últimos años.

Por su parte, en una nota enviada a la agencia Fides por el "Catholic Secular Forum", se advierte que "es verdaderamente horrible que los fundamentalistas hindúes no hayan perdonado la vida de un niño de siete años. Lo que es peor es que la policía no sea capaz de identificar a los asesinos y entregarlos a la justicia".

En ese sentido, "Catholic Secular Forum" ha lanzado la campaña "Justicia para el mártir Anmol", pretende sensibilizar a los líderes de la Iglesia y de las instituciones políticas y judiciales. Se exige un castigo severo para los asesinos, que se acabe la persecución de los cristianos de la India y una indemnización para la familia del niño.

El episodio solo es el último de una larga serie de ataques contra las minorías. Según los datos que ha recopilado el Global Council of Indian Christians (GCIC), solo en 2011 la minoría cristiana sufrió 170 ataques de entidad más o menos grave. Se trata de ataques de diferentes tipos perpetrados por parte de grupos que pertenecen al movimiento nacionalista hindú del Sangh Parivar.