El más reciente estudio científico sobre el Levonorgestrel, componente esencial de la llamada "píldora del día siguiente" o "anticoncepción de emergencia", confirma que esta droga sí produce un tercer efecto sobre las usuarias, que consiste en impedir la anidación del óvulo fecundado y producir, por tanto, un aborto.
Los promotores de esta droga en América Latina donde la mayoría de las legislaciones penalizan el aborto, han tratado de señalar que el "tercer efecto" -el abortivo- no es producido por la droga y que, por tanto ésta puede ser legal.
En esta línea argumentativa se ha expresado el Dr. Horacio Croxatto, catedrático del Instituto Chileno de Medicina Reproductiva (ICMER), quien declaró en Santiago de Chile el 2006 que "la anticoncepción de emergencia no es abortiva porque previene el embarazo impidiendo la ovulación solamente".