"Los datos de la ciencia están ahí, lo que deberían hacer es atenderlos", exhortó el Doctor en Ciencias Biológicas, Miembro del comité de bioética de España y Consultor del Pontificio Consejo para la Familia en el Vaticano, el español Nicolás Jouve de la Barreda, al afirmar que la vida comienza en la concepción y es fundamental que los legisladores se basen en esta verdad para establecer las leyes.

El experto resaltó que "la ciencia ha sido el motor del bienestar humano, la que ha impulsado todas las comodidades que nos rodean, en la salud, el transporte –entre otros–y si para todo este bienestar se ha tenido en cuenta los avances científicos y tecnológicos, porque no tenerlo en cuenta en algo tan importante y tan necesario como lo es el respeto de la vida humana".

Jouve quien llegó al Perú invitado por la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (USAT) para el curso de Maestría de Bioética y Biojurídica, en diálogo con ACI Prensa el 2 de mayo, subrayó que es "clave tener muy claro que la vida empieza desde el momento de la fecundación".

De esta manera se da la"importancia que debe tener el aspecto moral y el aspecto ético donde deben estar los límites de lo que yo puedo hacer con este conocimiento que tengo, para luego a su vez desarrollar leyes que sean justas".

Desde que "se funden los complementos cromosómicos y genéticos de los dos gametos paterno y materno, desde ese instante se origina una célula que es el cigoto y esa es la primera realidad corporal humana. (...) Ahí está ya el ser humano nuevo que vive a partir de ese instante, es la nueva realidad y que es distinto al padre y a la madre, esa es la nueva vida", señaló el doctor.

El también catedrático de genética que desde 1977 enseña en diferentes universidades de Europa y Latinoamérica enfatizó que la verdad científica reconoce que la "nueva combinación genética que constituye la identidad de un nuevo ser, empieza en la concepción (…) y lo que no cabe duda es que es una vida, y es un ser humano porque tiene genes humanos, tiene una combinación, una identidad genética humana".

Al hablar de la situación del aborto en España, Jouve indicó que "desgraciadamente se ha promovido durante los siete años que duró el gobierno anterior hasta ahora, una especie de feroz campaña dejando de lado todo lo que podía ser la defensa de la vida para sustituirlo en mi opinión incondicionada a una ideología de género".

Esta ideología "sin ningún tipo de condicionamientos, no respeta la vida del ser naciente sino que concede todo al capricho, o al deseo de la madre de seguir adelante o no con su embarazo (…) dar derechos a la madre olvidándose que también tiene derecho el nasiturus, el ser que está creciendo en su seno  – y que la madre no quiera a su propio hijo  –  no es razonable, es contra toda ética", expresó Jouve.

Sobre el futuro de la defensa de la vida en el país europeo, el doctor señaló que "ahora hay un movimiento que durante todo este tiempo en España está a favor de darle la vuelta a esto (aborto) y hay una gran esperanza y gran expectativa que el gobierno actual pronto sacara una ley que vuelva atrás toda esta dimensión que ha habido en contra de la vida y que tenga en cuenta también al nasiturus".

Jouve que ha sido promotor y primer firmante del manifiesto a favor de la vida humana conocida como la Declaración de Madrid 2009, dijo que existen aquellos que desde "las leyes, desde las tendencias o desde las ideologías que uno quiera admitir o no darle importancia (…) no se puede negar que es una vida humana, eso está claro".

Jouve habló además de la importancia para que "se abra camino a una cultura de la vida que siempre será mejor  a esta cultura de la muerte al deshacerse simplemente (del bebé) por alguna incomodidad por un momento determinado entonces también hay esperanza que se abra nuevas leyes que permitan la adopción para que no hayan pérdidas de vidas humanas".

Esto hará que no "tengan que optar por el peor de los caminos que es eliminar esa vida y tratar de olvidarse, cosa que no siempre ocurre porque queda una secuela psicológica y hay muchos estudios ya realizados en el ámbito de la dimensión psiquiátrica y psicológica de lo que se llama el síndrome post aborto", enfatizó.

"La madre que aborta no se queda tranquila, le deja secuelas que le dura años y a veces toda una vida porque realmente es traumática el deshacerse nada menos que un hijo que lleva en sus entrañas".

Por otro lado, Jouve habló de la fecundación en vitro y dijo que "cuando surgió esta tecnología en el año 85 tenía la finalidad de solucionar problemas de fertilidad" pero que el "problema vino después "al producirse embriones fuera del vientre materno, que quedan expuestos a su manejo a su manipulación a su instrumentalización".

Por tanto se han generado un abanico de problemas éticos "desde la propia conservación y congelación que es traumática, muchos de estos embriones no sobreviven a la congelación o lo que puede ser la práctica de la reducción embrionaria, (…) se implantan varios pero al final se le recomienda a la madre que se deshaga de todos menos uno para el embarazado no sea un embarazo de riesgo, un embarazo múltiple".

Convirtiéndolo en "un proceso realmente abortivo". De la misma manera se están viendo consecuencias "negativas para la salud de estos embriones que nacen en fecundación in vitro donde hay un porcentaje más elevado que la población de la fecundación natural de algunos tipos de enfermedades incluyendo cáncer infantiles y una serie de riesgos que van contra la vida" señaló Jouve.

"La ciencia es simplemente descubrir cosas y decir la verdad de los fenómenos naturales –por tanto de esa verdad – tenemos la opción por nuestra propia libertad de utilizar estos conocimientos por una vertiente positiva o negativa", expresó el doctor.