Un experto en bioética cuestionó el intento de usar fondos públicos para promover la llamada ideología de género a través de la polémica Clínica de la Mujer e hizo un recuento histórico sobre sus vínculos con los movimientos neomarxistas.
Carlos Gómez Fajardo, ginecólogo y miembro del Centro Colombiano de Bioética, publico un artículo en el periódico El Mundo titulado "De clínicas y de géneros" en el que recuerda que una de las objeciones fundamentales planteadas a la clínica, donde se practicarían abortos, es que se inspiró en la cuestionable ideología de género.
"Lo es en grado sumo, cuando los funcionarios oficiales se subyugan a sus delineamientos, y aceptan acríticamente su lenguaje, y sobre todo, su modo político de accionar. Es la obligación del funcionario público la promoción del bien común, no la de una orientación ideológica o política de grupo en particular", indicó.