Experta: Corte Suprema solo puede admitir blindaje de la vida en estados mexicanos

Una prestigiosa jurista aseguró que la Suprema Corte de Justicia de la Nación debe declarar la constitucionalidad de las reformas que protegen la vida desde la concepción y no tiene otra opción.

La constitucionalista Ingrid Tapia participó en el Foro "Querétaro por el Derecho a la Vida", un evento organizado por grupos de la sociedad civil así como por universidades públicas y privadas para conmemorar el primer año de la reforma constitucional que blindó la vida contra el aborto de manera unánime con 21 votos a favor y 0 en contra en el estado de Querétaro.

La constitucionalista lamentó que en México se apoye a la mujer para dar muerte al hijo por nacer y abandone a su suerte a las mujeres que desean llevar a su término el embarazo. "Eso es una vergüenza", la SCJN no debe ni puede atender a esa cultura de minorías ideologizadas.

Ante unos dos mil jóvenes, Tapia pidió la restitución de la legalidad y que la Suprema Corte de Justicia de la Nación no sea fuente de querellas ideológicas, sino una institución que mantenga la justeza en la aplicación del estado de derecho y "no rehén de minorías".

"Acabemos de una vez por todas con la política de los eufemismos: (el aborto) no es un derecho a decidir, es la acción de dar muerte al hijo por nacer, no es un derecho de la mujer, es el matar. Tenemos que decir las cosas como son: la Corte está promoviendo que las madres maten a sus hijos y que el Estado les brinde apoyo", dijo.

"México, su sociedad, la población y las mayorías exigen que ya no defendamos la vida por misericordia, sino con amor, con certeza y dignidad. La vida no se defiende por piedad, sino por gozo, el gozo de la vida", señaló Tapia.

Por ello, llamó a todos los asistentes a dar la batalla de la vida a través de la movilización en redes sociales. El poder de los jóvenes está en las redes sociales, enfatizó.

Testimonio de vida

En el evento también participó Lianna Rebolledo, una mujer que fue violada a los 12 años y quedó embarazada. Aseguró que con el tiempo entendió que su hija –hoy de 20 años de edad- "me dio la vida, no yo a ella".

Lianna asegura que en las peores circunstancias, frente a todos los males que puede enfrentar una niña ultrajada y sin el total respaldo de sus padres, se abrió un camino para ella y su "compañera de vida".

Los ponentes invitaron a los presentes a mantener la cultura a favor de la vida e impulsar políticas públicas a favor de las mujeres embarazadas en situación vulnerable.