Por el contrario, "verter estos conocimientos en niños tan pequeños puede dar luego a patologías, porque nos estamos saltando etapas psicológicas de la infancia que son esenciales para una madurez luego equilibrada".
Además, "se admite que los niños decidan si quieren cambiar de sexo. Esto está siendo terrible, porque cuando llega la preadolescencia, o la adolescencia, la influencia de los medios tecnológicos que usan es inmensa. Es verdad que en estas edades los niños pueden tener dudas sobre su identidad sexual y debido a la influencia de esos medios pueden pensar que sus problemas se van a solucionar cambiando de sexo".
"Esto está sucediendo en muchos países, por ejemplo, en Reino Unido o en Estados Unidos, donde es alarmante los casos de disforia de género que están apareciendo y que no son realmente casos científicamente probados de disforia de género".
"Son varones, por ejemplo, que piensan que sus problemas van a acabar si pasan a ser de sexo femenino, o niñas que, ante una depresión, una baja autoestima o una baja consideración en la escuela, deciden que si son chicos les va a ir mucho mejor".
"Hay muchos niños que han experimentado que sencillamente diciendo que son transexuales o que quieren cambiar de identidad de género de repente el mundo gira en torno a ellos, todo el mundo les hace caso, y muchos niños quieren o demandan esa atención. De manera que es una falsa transexualidad, pero que se está invitando, apoyando, incentivando a los niños a plantarla", alertó.
María Calvo también advirtió de "situaciones absurdas" que se están produciendo y que "van a afectar muchísimo a la vida escolar. Por ejemplo, permitir que un niño, por el mero hecho de que se sienta, según sus emociones, de sexo opuesto, pueda cambiar de nombre, o llevar el uniforme contrario, o utilizar los baños del otro sexo".
"Son situaciones absurdas. O habrá muchos niños que aprovechen esta situación para en un momento dado hacerse pasar por el otro sexo porque le beneficie, y al otro día no… Está muy relacionado con un eslogan que salió en Harvard hace poco y que es muy absurdo, que dice que se puede cambiar de sexo varias veces al día", señaló la experta.
En definitiva, "estamos transformando a una sociedad, que era una sociedad racional, su base era principalmente la razón, en una sociedad emotivista, una sociedad en la que las emociones va a ser lo válido. Lo malo es que se está intentando convertir las emociones en derechos, es decir, las emociones son meros derechos".
Finalmente, sobre la posible entrada en vigor de la Ley, advirtió que, se apruebe o no, el contenido del borrador, sus propuestas, ya se están aplicando en muchos lugares de España por medio de la legislación de los parlamentos regionales.
"La Ley Trans a nivel estatal viene a ser una reproducción de leyes que tenemos en las comunidades autónomas. España es un Estado descentralizado territorialmente, está dividido en comunidades autónomas, y en muchas de ellas, en la inmensa mayoría, ya aprobaron en su momento sus propias Leyes Trans. De manera que esto sería sencillamente implementar en el ámbito estatal, afectaría a todo el territorio nacional, cosas que ya se han regulado en leyes autonómicas", concluyó.