Ex nuncio en Francia condenado a 8 meses de prisión suspendida por abusos

El ex Nuncio Apostólico en Francia, Mons. Luigi Ventura, fue condenado por el Tribunal Correccional de París a ocho meses de prisión suspendida y al pago de 13 mil euros de indemnizaciones por "agresiones sexuales" contra cuatro hombres.

El Arzobispo también deberá pagar 9 mil euros de gastos judiciales tras ser hallado culpable de haber puesto "las manos en las nalgas" de los demandantes.

A dos de ellos el ex Nuncio los tocó indebidamente en la alcaldía de París en las recepciones de inicio de año en 2018 y 2019, al tercero en una reunión en un hotel parisino; y al cuarto –un seminarista– luego de una Misa. Un quinto hombre hizo la denuncia pero no presentó demanda.

"Mi cliente es inocente de toda intención sexual en estos gestos extremadamente aislados que han sido de este modo presentados", dijo al diario francés Le Figaro, la abogada del Arzobispo de 76 años, Solange Doumic, quien dijo además que Mons. Ventura "planea hacer una apelación pero está destruido por este caso".

Jade Dousseling, abogada de uno de los demandantes, dijo estar "extremadamente satisfecha", primero "porque se reconoce la culpabilidad, y segundo porque es una pena próxima a los solicitado. Sin embargo, ocho meses sin cárcel no es nada. La justicia ha tenido el valor de ir al fondo. ¡Estamos hablando del ex embajador del Vaticano!".

Según el diario español ABC, la inconducta del Arzobispo se debería a una "enfermedad cognitiva", presentada como atenuante por la defensa y admitida por el fiscal, al punto de pedir solo una condena a diez meses suspendida.

El juicio contra Mons. Ventura se inició el 10 de noviembre. El Prelado presentó su renuncia al cargo de Nuncio Apostólico en Francia en diciembre de 2019 cuando llegó al límite de edad de 75 años.

El Papa Francisco aceptó su renuncia menos de diez días después.

Para permitir que se hiciera el juicio ante los tribunales franceses, el Vaticano revocó la inmunidad diplomática de Mons. Ventura en julio de 2019.

En noviembre, la abogada Solange Dominic dijo a la Agencia France Presse (AFP) que "el obispo Ventura espera impacientemente este juicio para que pueda explicarse y para que se haga luz y se reconozca su inocencia".

La jurista indicó que el mismo Mons. Ventura, que reside en Roma actualmente y que no estuvo en París para el juicio, pidió "el levantamiento de la inmunidad para que pueda explicarse ante los tribunales". Sin embargo, los abogados de los acusadores señalan que esta medida se tomó gracias a la presión de los demandantes en febrero de 2019.