20 de agosto de 2006 / 10:02 PM
Según el ex embajador español ante la Santa Sede, Carlos Abella, “las relaciones entre España y el Vaticano son muy poco satisfactorias” debido a temas como la legislación del “matrimonio” homosexual, la enseñanza de Religión en las escuelas estatales y la presencia de los símbolos religiosos en los hospitales.
“En el momento en que el Estado español y la Santa Sede tienen los mismos sujetos por súbditos –en el primer caso por el derecho positivo y en el segundo, de carácter espiritual–, si el Estado crea leyes que distorsionan a esos sujetos y maltratan el alma, la Santa Sede se molesta. Es normal”, señaló Abella quien participó días atrás en unos cursos de verano en la localidad asturiana de La Granda.
Al referirse a la controvertida ley de los “matrimonios” homosexuales, el diplomático dijo que la Santa Sede no critica las uniones entre personas del mismo sexo pero que “sí se opone a que se llamen ‘matrimonios’, y de hecho el matrimonio como unión entre hombre y mujer es una situación muy anterior a la presencia de Cristo en la Tierra”.