La Federación de Iglesias Evangélicas envió una carta al Presidente Tabaré Vázquez en la que le recriminan por consentir homenajes oficiales al difunto Papa Juan Pablo II.
Los evangélicos arguyeron estar “perplejos y disconformes" porque consideran que al rendir tributo al anterior Pontífice se está desplazando la separación entre la esfera civil y la religiosa a "un modelo confesional".
El presidente de la Federación, Oscar Bolioli, declaró a la prensa que el malestar de los evangélicos responde a la Misa organizada por la embajada de Uruguay ante la Santa Sede en una iglesia de Roma y el traslado de una imagen de Juan Pablo II a una zona pública.