15 de abril de 2010 / 10:13 AM
En su discurso esta mañana a los obispos de la Región Norte II de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, el Papa Benedicto XVI explicó que la Eucaristía es el corazón de la liturgia de la Iglesia y nada ni nadie debe empobrecer su culto. Este sacramento es además la fuente y culmen de la vida cristiana de todo bautizado.
El Santo Padre resaltó que la Eucaristía es también "el centro y la fuente permanente del ministerio petrino, corazón de la vida cristiana, fuente y cumbre de la misión evangelizadora de la Iglesia. Podéis comprender entonces la preocupación del Sucesor de Pedro por todo lo que pueda ofuscar el punto más original de la fe católica: hoy Jesucristo continúa vivo y realmente presente en la hostia consagrada y en el cáliz".
"Prestar a veces una menor atención al culto del Santísimo Sacramento constituye un signo y una causa de oscurecimiento del sentido cristiano del misterio, como cuando en la Santa Misa Jesús no es el centro, sino una comunidad atareada en muchas cosas en lugar de estar recogida y dejarse atraer por lo único necesario: su Señor".