Un reciente estudio publicado en el diario inglés The Lancet revela que la mortalidad materna en el mundo ha descendido de 526 300 en 1980 a 342 900. Para Scott Fischbach, Director Ejecutivo del Minnesota Citizens Concerned for Life Education Fund (MCCL), esta investigación "es clara prueba de que el agua potable, la sangre saludable y el adecuado acceso a la salud –y no el aborto a pedido– ayuda a las mujeres embarazadas y a sus bebés globalmente".
El Dr. Richard Horton, editor de The Lancet, explicó que durante algún tiempo diversos "promotores del aborto" presionaron para no dar a conocer los resultados de esta investigación o por lo menos para postergarlo hasta que se realizara la cumbre mundial en la ONU sobre la Mujer denominada Beijing +15, que ya se llevó a cabo.
"Por años los abogados del aborto han usado el asunto de la mortalidad materna para derrumbar las leyes pro-vida en distintos países. Sin el argumento de la mortalidad materna, tienen ahora otro vacío en sus presiones por el aborto a pedido", explica Fischbach.