11 de agosto de 2005 / 05:25 PM
En un artículo publicado por el Statesman Journal el 7 de agosto, la estudiante Jessica Rodgers de 16 años afirmó que en las clínicas abortistas a las “mujeres no se les da toda la información para que decidan informadamente, los que realizan los abortos no son regulados y las mujeres siguen siendo forzadas a abortar en contra de su voluntad”.
Para explicar la situación a la que se refiere, la joven narra el caso de Felicia Bautista, a quien prácticamente obligaron a someterse a un aborto a la edad de 15 años. “Póngase en el lugar de una adolescente de 15 años. Está embarazada y asustada. Su enamorado quiere que aborte, pero ella está en contra de ello. Para persuadirlo de su error, lo lleva a una ‘clínica’ abortista, esperando que cambie de opinión”.
Después de llegar, continúa Rodgers, “una enfermera le da a dos valiums porque la ve nerviosa y la deja sola en un cuarto con llave. Al volver le da unos formularios de consentimiento para que firme, lo que ella hace, aunque no ha sido informada de los riesgos del aborto. Con el efecto de las pastillas encima, puede hacer cualquier cosa”.