El Papa Francisco se convirtió este jueves en el primer Pontífice en ofrecer un discurso en el Capitolio de Washington D.C. En su histórico mensaje, dirigido a una sesión conjunta de la Cámara de Representantes y el Senado, presentó los retos que considera cruciales afrontar desde Estados Unidos: el extremismo ideológico; la crisis de los refugiados; la situación de los inmigrantes; la abolición de la pena de muerte; la función de los políticos; la necesidad de una economía solidaria y la defensa de la vida y la familia.
Tras reconocer a Estados Unidos como "la tierra de los hombres libres y patria de los valientes", citando el himno nacional, el Papa recordó que este año el país celebra aniversarios de algunos ilustres norteamericanos que "con su vida plasmaron valores fundantes que viven para siempre en el alma de todo el pueblo". El Papa se refirió específicamente a Abraham Lincoln, Martin Luther King, Dorothy Day y Thomas Merton.
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