El tradicional árbol que cada año los fieles de algún lugar de Europa regalan por Navidad al Papa, esta vez procede de la cercana región italiana de Calabria y se trata de un abeto blanco de 35 metros que será colocado este miércoles en la Plaza San Pedro.
El año pasado el árbol navideño tuvo que realizar un largo viaje desde los bosques de Austria; este año el viaje fue más corto, pues procede de los bosques de Calabria, sin embargo no ha estado libre de retos.
Luego de una intensa búsqueda de una semana, la Oficina Forestal de Catanzaro descubrió un hermoso abeto blanco de 34,6 metros, pero tuvo que enfrentar el desafío de transportarlo, pues la carretera más cercana estaba a 12 kilómetros de distancia. Se consiguió un helicóptero, que debió esperar unos días hasta que las condiciones climáticas mejorasen, ya que la intensa niebla y la lluvia no permitieron transportar el árbol inmediatamente.