Al presidir el rezo del Ángelus dominical, el Papa Benedicto XVI resaltó que la esperanza es una actitud profundamente humana y que justamente a partir de aquello que esperamos puede medirse la estatura moral y espiritual del hombre.
A pesar de las lluvias de inicio de invierno, un nutrido número de fieles y peregrinos se dio cita este mediodía (hora local) en la Plaza de San Pedro para rezar el Ángelus dominical con el Santo Padre que definió el tiempo de Adviento que se inicia hoy como un tiempo en que “se mira hacia la primera venida del Hijo de Dios, cuando nació de la Virgen María” y se espera “su regreso glorioso, cuando vendrá a juzgar a vivos y muertes”.
En seguida el Santo Padre afirmó que el tema de la “espera es un aspecto profundamente humano en el que la fe se hace, por así decir, un todo en uno con nuestra carne y nuestro corazón”.