La iglesia de San José, en la Diócesis de San Bernardino (Estados Unidos), se convirtió en el hogar temporal de 46 migrantes, 32 de los cuales son niños y adolescentes, hasta que se resuelva su situación.
Según informó el viernes la prensa local, se trata de migrantes centroamericanos que están huyendo de la violencia en sus países de origen. Actualmente unas 30 de estas personas ya dejaron el albergue luego de obtener un permiso temporal para estar en el país hasta que un juez de inmigración decida su situación. Sin embargo, en los próximos días la iglesia estará recibiendo más niños y mujeres migrantes.
John Andrews, vocero de la Diócesis de San Bernardino, explicó que a estas personas se les ofrece "comida, regadera, ropa, dinero para el viaje, atención médica y apoyo espiritual".