El Secretario del Pontificio Consejo Justicia y Paz, Mons. Mario Toso, señaló en una reciente conferencia en México que el Estado laico no debe imponer el ateísmo práctico ni la indiferencia religiosa, sino acoger el aporte moral y espiritual de la religión permitiendo que pueda expresarse en la esfera pública.
Así lo indicó en su conferencia en el Primer Encuentro de Centros de Formación de Doctrina Social de la Iglesia, organizado por el Instituto Mexicano de Doctrina Social de la Iglesia. En su intervención, en la que se basó en la encíclica Caritas in veritate del Papa Benedicto XVI, el Prelado denunció que muchos actores políticos solo se preocupan de las personas en época de elecciones y cuando éstas concluyen "tienen poco en cuenta las necesidades reales de las personas, la necesaria participación de la sociedad civil, el bien común".
Tras advertir de las legislaciones que buscan imponer normas o reformas que atentan contra "el derecho a la vida, a la libertad religiosa, al respeto del medio ambiente o contra la paz", Mons. Toso denuncia que cuando esto sucede el Estado "aparece débil con los fuertes, prepotente con quienes no lo pueden enfrentar con el dinero o con la violencia. Así, las razones de la política no siempre son las razones de los más pobres e indefensos".