Un grupo de arqueólogos descubrió evidencia que confirmaría la ubicación de la casa donde vivió San Pedro, Apóstol de Cristo y el primer Papa de la Iglesia Católica.
Los arqueólogos hicieron el descubrimiento en la costa del Mar de Galilea (Israel), cuando estaban excavando la basílica bizantina del siglo V y VI conocida como la "Iglesia de los Apóstoles", en el sitio arqueológico de El-Araj.
Durante la excavación, el equipo encontró un gran mosaico griego que refuerza la teoría de que la antigua basílica fue construida sobre la casa de San Pedro y San Andrés.