Cuando terminó su testimonio, el Papa Francisco abrazó a María Cecilia y luego, visiblemente conmovido, repitió las palabras que ella pronunció: "Dios perdona en mí".
"Son muchos los que no pueden perdonar todavía, pero hoy recibimos una lección de teología, de alta teología, Dios perdona en mí. Basta dejar que Él haga y toda Colombia tendría que abrir sus puertas como las abrió este Hospital de Campo y dejar que entre Él, que perdone en uno, darle el lugar, 'yo no puedo, pero hacelo vos'", señaló el Pontífice.
"La reconciliación concreta con la verdad, la justicia y la misericordia solo puede hacerla Él. Que la haga y nosotros aprendemos detrás de Él a hacerla", agregó.
"Gracias por lo que hacen, gracias y gracias por lo que me enseñaron esta noche. Al pie de la Cruz estaba la Madre, que ha sido despojada de ese Hijo, que ha visto la tortura... todo. Que ella acompañé a las mujeres colombianas y les enseñe, como Ella, el camino a seguir", concluyó e invitó a todos los presentes a rezar con él un Avemaría.