24 de noviembre de 2019 / 01:59 AM
Cuando el Papa Francisco celebra una Misa en sus viajes apostólicos, suele colocarse en el altar la devoción mariana del país que visita; sin embargo, este 24 de noviembre la imagen que lo acompañó en Nagasaki tiene un significado adicional: se trata del busto de una escultura de María que sobrevivió a la explosión de la bomba atómica de 1945.
La llaman la Virgen de Nagasaki o la Virgen Quemada, y se encontraba en el altar de la antigua Catedral de Urakami el 9 de agosto de 1945, a medio kilómetro de donde estalló la bomba atómica lanzada desde un avión estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.