La esquiadora de Estados Unidos, Rebecca Dussault, ha puesto en las manos del beato Pier Giorgio Frassati, patrono de estos deportistas, su sueño de ganar una medalla en los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran en esta ciudad italiana.
Según informa el Washington Post, el día previo a su primera carrera –15 kilómetros a campo traviesa– Dussault peregrinó a la Catedral de San Giovanni Battista, donde reposan los restos del beato; y le pidió que la inspire con el mismo espíritu que lo animó a escalar las montañas para ayudar a los pobres.
Ésta no era la primera vista a la Catedral que hacía Dussault. El año pasado viajó a Turín con su familia para visitar el templo, conocer la casa de los Frassati, y conversar con la hermana del beato, Luciana, de 103 años.