Lluís Ciuraneta, un hombre de 79 años que falleció en noviembre último y que llevó una vida carente de lujos, acumuló silenciosamente una fortuna y decidió nombrar como heredera mayoritaria de ésta a la Iglesia Católica, otorgándole una suma aproximada de 1,5 millones de euros.
Según informó la prensa local, Ciuraneta, un hombre creyente que vivió en la localidad tarraconense de La Palma d'Ebre, llevó durante muchos años una vida austera, reuniendo sin que su familia lo sospechase una serie de propiedades, así como 33 mil euros en efectivo.
Jordi Llauradó Ciuraneta, sobrino del fallecido, dijo que sólo sabían que era “viajante y nada más”, y que por ello ignoraban el patrimonio que juntó a lo largo de años. Es probable que el origen del mismo haya estado en algún premio de lotería, ya que en su domicilio fueron hallados numerosos boletos.