"España, pueblo de tu herencia y de tus predilecciones, se postra hoy reverente ante ese trono de tus bondades que para Ti se alza en el centro de la Península. Reinad en los corazones de los hombres, en el seno de los hogares, en la inteligencia de los sabios, en las aulas de las ciencias y de las letras y en nuestras leyes e instituciones patrias", fue la oración leída por el monarca.
El monumento fue profanado y destruido con explosivos por las milicias de izquierdas leales al bando republicano durante la Guerra Civil española el 7 de agosto de 1936. De aquel episodio ha quedado como testigo la fotografía de los milicianos representando un fusilamiento contra el Sagrado Corazón.
Esa imagen se ha convertido en uno de los iconos de la persecución religiosa en España en el bando republicano, que costó la vida a cerca de diez mil personas por causa de su fe, entre obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos.
Además, las autoridades republicanas decidieron cambiar el nombre al lugar, que pasó a denominarse "Cerro Rojo" durante todo el tiempo que el enclave permaneció bajo control de las milicias comunistas.