16 de noviembre de 2008 / 06:26 PM
El Arzobispo de Valencia, Cardenal Agustín García-Gasco, resaltó en su habitual carta semanal que "humanizar la sociedad es urgente. Desde la escuela hasta la universidad es imprescindible prestar el servicio formativo de transmitir el mensaje cristiano, de promover el encuentro entre el Evangelio y los distintos saberes para una mejor promoción de la dignidad de la persona humana".
El Purpurado advirtió que "cuando se pone el centro del progreso en sujetos abstractos e inconcretos como 'la humanidad', 'la colectividad' o incluso el 'Estado', se comete un grave error, pues se acaba olvidando la grandeza única e irrepetible de cada ser humano, que los cristianos proclamamos en toda su intensidad al recordar que cada uno es 'imagen y semejanza de Dios'".
Tras recordar que "la Iglesia no sólo es consciente de esa centralidad de la persona para el desarrollo, sino que expresa su misión evangelizadora con su compromiso por la dignidad de todos los seres humanos", el Cardenal García-Gasco explicó que "la insistencia del Magisterio al proponer" la Doctrina Social de la Iglesia "como fuente inspiradora del apostolado y de la recta acción social nace de una doble convicción: se trata de un extraordinario instrumento formativo que es plenamente adecuado para que las personas vivan y actúen según su dignidad".