El Arzobispo de París, Cardenal Andre Vingt-Trois expresó su apoyo a la decisión de una corte francesa, que recientemente reconoció el estatuto jurídico del no nacido.
La decisión, que desató la ira de las organizaciones abortistas y feministas de Europa, señala que los embriones de menos de 22 semanas de gestación y un peso inferior a los 500 gramos tienen personería jurídica; y por tanto los padres tienen derecho a darle un nombre y organizar un funeral. La decisión se encuentra ahora en manos de una Corte de Apelaciones.
"La ley en Francia nunca legalizó el aborto sino que lo despenalizó", dijo el Cardenal francés en una entrevista concedida al diario regional Ouest-France".