Al finalizar la Asamblea Plenaria que los congregó en el Santuario de Fátima, los Obispos de Portugal explicaron que es inaceptable cualquier forma de eutanasia o cualquier "acción u omisión que, por su naturaleza o intenciones, provoquen la muerte".
Así lo señalaron en la nota pastoral "Cuidar la vida hasta la muerte" ante algunos proyectos que promueven la eutanasia en Portugal. "Nadie es patrón absoluto de la propia vida y mucho menos de la vida de otros. Por es cualquier formar de ayuda al suicidio es éticamente equivalente a la eutanasia, por lo que el deber es humanizar la muerte es incompatible con la eliminación de la persona que sufre", indican.
Tras recordar que "los cuidados paliativos y el acompañamiento son la mejor respuesta al problema", los obispos explican que "es éticamente permitido evitar el llamado encarnizamiento terapéutico".