En un comunicado dado a conocer por la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana tras el ataque sufrido el lunes en la madrugada en el que fueron arrojadas al interior de la Nunciatura Apostólica seis bombas lacrimógenas; los prelados pidieron "erradicar el lenguaje de odio y los actos de violencia", así como "empeñarnos sin más dilación en la creación de un clima nacional de convivencia y solidaridad".
En el texto dado a conocer luego del ataque perpetrado por el grupo terrorista chavista "La Piedrita", según había informado el Diario Católico de Venezuela, en lo que constituye el sexto de este tipo, los obispos manifiestan su "honda preocupación por el atentado" que "ha sufrido la sede de la Nunciatura Apostólica en Caracas, y por otras manifestaciones de violencia que se han producido recientemente en nuestro país".
Asimismo; y "dado que, en los últimos tiempos, han ocurrido otros hechos violentos en contra de esta representación diplomática, sin que, hasta ahora, se haya dado una respuesta satisfactoria sobre los mismos", la CEV exige "a las autoridades competentes realizar las diligencias necesarias para aclarar estos hechos y establecer responsabilidades".