MÉXICO D.F.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió ayer por la tarde un comunicado en el que condenó enérgicamente el asesinato de un sacerdote y dos seminaristas perpetrado en la ciudad de Arcelia, estado de Guerrero.
En el comunicado los prelados mexicanos enviaron sus "condolencias a Mons. Maximino Martínez Miranda, Obispo de Ciudad Altamirano, al Seminario y las familias que sufren esta pena y la irreparable pérdida de sus seres queridos".
Asimismo, expresaron su condena "también la violencia que está azotando a nuestro país y exigimos a las autoridades correspondientes, de todos los niveles de gobierno, realicen una pronta investigación y encuentren a los responsables de este cobarde crimen".