Episcopado Español pide usar medios legítimos contra leyes anti-familia

Luego que el Congreso de los Diputados aprobara este jueves las polémicas leyes del “matrimonio” homosexual y el “divorcio express”, la Conferencia Episcopal Española (CEE) llamó a la ciudadanía a “oponerse a estas leyes injustas por todos los medios legítimos que el Estado de derecho” pone a su disposición.

Tras calificar esta situación de “penosa y grave” el Episcopado confió en que “la sociedad española sabrá salir en defensa del matrimonio, de la familia y de los niños” e indicó que “es necesario oponerse a estas leyes injustas por todos los medios legítimos que el Estado de derecho pone a disposición de los ciudadanos”.

“Hay que trabajar para que los derechos desprotegidos y conculcados sean de nuevo reconocidos y tutelados. Habrá que colaborar en el establecimiento de la justicia y abstenerse de toda complicidad con la injusticia. Contamos para todo ello con la ayuda de la gracia de Dios que alienta nuestra esperanza”, señaló la Conferencia a través de una nota de prensa.

Según los obispos españoles, el Congreso de los Diputados ha aprobado finalmente dos reformas del Código Civil “muy negativas para el matrimonio”. Sobre el “matrimonio” homosexual, la nota señala que el matrimonio, es decir, la unión de un hombre y una mujer, “ya no es contemplado por nuestras leyes”.

Asimismo, al referirse a la nueva ley que permite a cualquiera de las partes rescindir el vínculo matrimonial en virtud de su mera voluntad luego de tres meses de haberlo contraído, la CEE señaló que así el "matrimonio perdió su nota propia de estabilidad legal y fue reducido a un contrato ligero”.

Leyes radicalmente injustas

En el comunicado, el Episcopado indicó que de este modo “las leyes españolas que regulan el matrimonio se han convertido en radicalmente injustas. No reconocen la realidad antropológica y social de la unión del hombre y la mujer en su especificidad y en su insustituible valor para el bien común, en concreto, para la realización personal de los cónyuges y para la procreación y educación de los hijos”.

leyes han dejado, por tanto, de tutelar adecuadamente los derechos de los padres, de los niños y de los educadores desprotegido el vínculo matrimonial