En el marco del 50º aniversario de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), los obispos de ese país afirmaron que aunque la humanidad está preocupada por la crisis económica y financiera, "la gran crisis moderna es humana y moral".
En su carta pastoral con motivo de celebrarse este 21 de enero la fiesta de Nuestra Señora de la Altagracia, Patrona de República Dominicana, los obispos expresaron su preocupación porque "esa crisis moral ha ido enraizándose en el alma nacional".
Como producto de esa crisis, mencionaron la creciente violencia contra la mujer y la familia, la falta de servicios básicos, el poco compromiso educativo de parte de las familias, la escuela y los medios de comunicación, además de la corrupción y mediocridad política.