Episcopado de Bolivia presenta informe de su rol en la crisis sociopolítica del país

Episcopado de Bolivia presenta informe de su rol en la crisis sociopolítica del país
P. Ben Hur Soto, Secretario para la Pastoral de la CEB y P. Diego Plá, Secretario General Adjunto de la CEB. Crédito: Conferencia Episcopal Boliviana (CEB).

La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), presentó el 15 de junio un informe que reúne los hechos ocurridos entre octubre 2019 y enero 2020 cuando el país enfrentaba una crisis social y política agravada por las controvertidas elecciones que llevaron a la renuncia de Evo Morales a la presidencia.

El "Informe – Memoria de los Hechos del Proceso de Pacificación en Bolivia" fue elaborado desde la mirada de la Iglesia local, en su rol de facilitadora del proceso de diálogo, y con una sentida preocupación de los Obispos ante las diversas informaciones que circulan respecto a los hechos acontecidos en esa época.

Asimismo, es publicado como respuesta al informe que a finales de abril presentó la Procuraduría General del Estado de Bolivia a la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en el que responsabilizó a instituciones como la Iglesia Católica de la crisis política de 2019.

Según la Procuraduría, su documento que describe el "desarrollo de las protestas y otras situaciones de tensión", tras las elecciones generales del 20 de octubre de 2019, fue un requerimiento solicitado por la ONU en 2020.

En su informe-memoria presentado el 15 de junio, la CEB rechazó "toda acusación relativa a conspiración, propiciación, encubrimiento u otra forma de actuación que se relaciones con un supuesto golpe de Estado".

"La Iglesia Católica tiene la misión de decir la verdad, llamando siempre a la paz y a la construcción de un mejor país para todos, sin discriminación", agregó.

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"Lo que se hizo fue facilitar un complejo proceso de diálogo, buscando el bien común y la paz de todos. Motivo por el cual lo seguirá haciendo, siguiendo el ejemplo de Jesucristo. ¡Que la verdad nos haga libres!".

En la presentación del documento, el secretario general de la CEB, P. Diego Plá, afirmó que la Iglesia en Bolivia participó "desde su labor pastoral en la búsqueda de la verdad, de la paz y de la justicia".

"Creemos que el pueblo boliviano merece conocer el proceso a través del cual se hizo todo lo posible para lograr salir de la grave crisis política y social del 2019. Nuestro compromiso es con el pueblo boliviano, con la paz y con la construcción de un mejor país para todos en fraternidad".

El informe se entregó también al Papa Francisco, a la Secretaría de Estado de la Santa Sede, a la Nunciatura Apostólica en Bolivia, al Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), a las diferentes Conferencias Episcopales de Latinoamérica y el Caribe, y al Ministerio Público.

El documento precisó que la CEB junto a la Unión Europea, la embajada de España y las Naciones Unidas fueron los interlocutores que procuraron acercar a las partes en conflicto, desde el 7 de noviembre de 2019 al 20 de enero de 2020.

"En los espacios de diálogo, los actores plantearon propuestas para pacificar al país y las discutieron", indicó.

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Sin embargo, allí "no se tomaron decisiones, ni se levantaron actas, solo se llegó a acuerdos verbales, porque la finalidad era el acercamiento y la concertación, por el bien común", precisó el informe.

Tensión sociopolítica de Bolivia

La tensión política en Bolivia se incrementó luego que Evo Morales fue acusado de fraude electoral, tras convocar a unas nuevas elecciones debido a los controvertidos comicios del 20 de octubre de 2019.

Su objetivo era lograr un cuarto periodo presidencial consecutivo. Sin embargo, las supuestas amenazas contra el exmandatario, sumadas al duro informe de la OEA sobre las elecciones de octubre, obligaron a Morales a renunciar el 10 de noviembre de 2019.

Junto con Morales también renunciaron el vicepresidente Álvaro García Linera; la presidenta del Senado, Adriana Salvatierra; el presidente de la Cámara de Diputados, Víctor Borda; entre otros funcionarios del MAS y gobernadores de varios departamentos.

Por derecho constitucional, la vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez, asumió la presidencia interina de Bolivia. La crisis política se agudizó y con la llegada de la pandemia del coronavirus, el país se sumió en una crisis económica y social.

Durante ese periodo de intensas protestas fallecieron al menos 30 personas y hubo más de 120 heridos, principalmente en Senkata y Sacaba, localidades donde hubo intervención militar.

Áñez dejó el cargo poco antes de las elecciones presidenciales del 18 de octubre de 2020, que dieron como ganador a Luis Arce del partido Movimiento Al Socialismo (MAS), al que pertenece Morales.

El expresidente de Bolivia regresó al país el 11 de noviembre de 2020, el primer día de gobierno de Arce, luego de haber recibido asilo en México y en Argentina.

En marzo de 2021, Áñez fue detenida por orden de la Fiscalía de Bolivia, junto a exministros, jefes militares, policía y otros miembros de su gobierno.

Lea el informe AQUÍ.

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