Los obispos criticaron duramente al gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva por avalar medidas para facilitar el acceso al aborto, que podrían ser promulgadas hoy martes. Asimismo, lamentaron la aprobación en el Congreso del uso terapéutico de células madre embrionarias, una medida que esta semana debe ser promulgada por el mandatario, quien se confiesa católico practicante.
El Arzobispo de Sao Paulo, Cardenal Claudio Hummes, señaló que la Iglesia Católica "no es oscurantista ni se opone a la ciencia ni a la razón. En el caso de la vida ella cree que no es posible sacrificar la vida de nadie para favorecer la de otro".
"Recemos por todos los que están siendo sacrificados y para que los políticos no aprueben leyes contra la vida", dijo por su parte el presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), Cardenal Geraldo Majella Agnelo.
Durante las celebraciones por el Domingo de Ramos en la ciudad de Salvador, el Cardenal Agnelo dirigió fuertes críticas contra la ley que autoriza el uso terapéutico de células madre y enfatizó que “los embriones también son gente, son vida, no pueden ser usados como remedio para otros, no pueden ser usados para alimentar las ambiciones y el egoísmo de las personas".
Según la oficina de prensa del Ministerio de Salud, el gobierno promulgará probablemente hoy martes una norma que suprime el requisito de presentar una denuncia policial por violación para que una mujer pueda someterse a un aborto en los hospitales públicos.