La Conferencia Episcopal Colombiana terminó hoy su Asamblea Plenaria con un mensaje en el que señala que la crisis moral y social del país evidencia un divorcio entre la fe y la vida de los creyentes.
El texto, firmado por el Cardenal Pedro Rubiano, Arzobispo de Bogotá, reconoce que “hay huellas de santidad en nuestra historia patria y que un gran número de colombianos es fiel al Señor” pero también “existe en muchos un divorcio entre fe y vida, entre lo que se dice creer y lo que se hace en la práctica”.
“¡Hay tantos que se dicen cristianos y no están interesados en el seguimiento de Jesús, el Señor! Los desórdenes que vive el país a causa de la mentira, la injusticia, la falta de solidaridad y la violencia así lo reflejan”, indica.