El Arzobispo de Toledo, Cardenal Antonio Cañizares Llovera, advirtió que la asignatura laicista que el gobierno ha puesto en la currícula escolar impone la ideología de género, el relativismo y la ausencia de Dios en la educación de los niños, violentando la formación católica en valores que el 90 por ciento de toledanos han escogido para sus hijos.
En una carta titulada, "Orientaciones sobre educación para la ciudadanía", el Purpurado precisó que con esta materia "el Estado va a imponer con carácter obligatorio para todos los alumnos y en todos los centros una determinada formación de la conciencia moral, al margen de la elección de los padres. Se formará y evaluará, pues, la conciencia moral de los alumnos determinada por el Estado y al margen de la voluntad expresa de los padres".
Tras advertir en la misiva, firmada también por los obispos auxiliares Mons. Carmelo Borobia y Mons. Ángel Rubio, que cuando el Estado impone esta formación moral, "traspasa sus competencias y viola o lesiona derechos fundamentales de los padres y de la escuela libremente elegida" e "impone unos criterios propios del relativismo; porque obliga a asumir, se diga lo que se diga, una determinada visión del hombre que contrasta con la verdad del hombre y con la visión cristiana sobre él, o con el hecho de ser criatura de Dios".