Cientos de niños y jóvenes inmigrantes indocumentados han sido enviados a una ciudad de tiendas de campaña en el desierto de Texas, varios meses después que algunos líderes católicos alertaron sobre los peligros de este plan de las autoridades de Estados Unidos.
En semanas recientes, inmigrantes de varios estados del país han sido despertados en medio de la noche y llevados en buses a un campamento cerca al pueblo de Tornillo, a unos 50 kilómetros al sureste de El Paso, ciudad fronteriza con México.
Algunos funcionarios, hablando bajo el anonimato al diario The New York Times, indicaron que los niños y los jóvenes son desplazados de madrugada para evitar que escapen. Aproximadamente más de 1.600 llegan cada semana al lugar destinado para ellos.