23 de agosto de 2009 / 09:07 AM
Al presidir este mediodía (hora local) el rezo del Ángelus dominical en el Palacio Apostólico de Castel Gandolfo, el Papa Benedicto XVI instó a todos a renovar su entrega al Señor Jesús para ser así testigos de su amor ante el mundo, avanzando contra corriente; sin importar el “escándalo” de la “paradoja de la fe cristiana”.
Al meditar sobre el Evangelio de Juan de este domingo que se cierra el discurso eucarístico del Pan de Vida, el Santo Padre recordó que la “provocativa pregunta” de Cristo a sus apóstoles: “¿Ustedes también quieren irse?” no está “dirigida solamente a quienes los escuchaban entonces, sino que alcanza a los creyentes y hombres de toda época. Incluso hoy, muchos siguen ‘escandalizados’ ante la paradoja de la fe cristiana”.
Seguidamente el Papa explicó que la enseñanza de Jesús sobre la necesidad de “comer su cuerpo y su sangre” parece “’dura’, muy difícil de acoger y poner en práctica. Por ello surgen quienes rechazan y abandonan a Cristo, quienes buscan ‘adaptar’ la palabra a los modos de los tiempos extirpándoles el sentido y el valor”.