10 de junio de 2009 / 09:42 AM
El Papa Benedicto XVI afirmó que una correcta interpretación de las Sagradas Escrituras supone el ejercicio de “cultivar una disponibilidad constante a la conversión”.
En la audiencia general de hoy miércoles, celebrada en la Plaza de San Pedro, el Santo Padre habló sobre Juan Escoto Eriúgena, "un destacado filósofo del Occidente cristiano", nacido en Irlanda en los inicios del 800 y fallecido alrededor del 870.
El Papa recordó las enseñanzas de Escoto, según las cuales la Escritura "fue dada por Dios para que el ser humano pudiera recordar todo lo que le había sido grabado en el corazón desde el momento de su creación "a imagen y semejanza de Dios" y que la caída original le había hecho olvidar. Gracias a la Escritura -escribe Escoto-, nuestra naturaleza racional puede ser introducida en los secretos de la auténtica y pura contemplación de Dios".