La Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales expresó su más enérgico rechazo a la norma que permite que se publicite en los medios de comunicación el aborto y el preservativo; y precisó que permitir publicidad al respecto afectaría seriamente a las mujeres y a los jóvenes.
En la declaración preparada por el Linacre Center for Healthcare Ethics, los prelados expresan su desacuerdo con que "los servicios que ofrecen o se refieren al aborto deban tener el permiso de hacer publicidad en los medios de prensa" ya que "el aborto no es una medicina ni un producto. Presentarlo como una de estas cosas erosiona el respeto por la vida y es altamente engañoso y dañino para las mujeres, que pueden sentirse apresuradas para tomar una decisión rápida que no podrá ser revertida nunca".
"Permitir la publicidad para servicios abortivos contribuiría a una ulterior 'normalización' del aborto y a su asimilación como un mero servicio", precisan.