Las autoridades de la Iglesia en México, miles de feligreses y la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada (OMI) condenaron enérgicamente la cobertura periodística de la muerte del misionero norteamericano Richard Junius Sander, asesinado el pasado 29 de julio a causa de su oposición a los centros de corrupción de menores que operaban en su territorio parroquial.
El sacerdote fue hallado por la policía local en su habitación cuando los bomberos fueron llamados a su parroquia a causa de un incendio menor que consumía una de las imágenes.
El sacerdote fue descubierto atado de pies y manos y estrangulado.