Al concluir su Asamblea anual realizada en la ciudad canadiense de Québec, los delegados mundiales de los Caballeros de Colón, la organización laical católica más grande del mundo, publicaron una resolución final mediante la cual se comprometen a defender el derecho a la vida y la familia de manera más enérgica y proactiva.
El documento final de los Caballeros de Colón llama a "la protección legal y constitucional para una definición del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer y la exclusión de cualquier otra forma".
También subrayaron su oposición a "cualquier acción o política gubernamental que promueva el aborto, la investigación con células estaminales embrionarias, la clonación humana, la eutanasia, el suicidio asistido y otras ofensas en contra de la vida".