La Corte Suprema del Reino Unido ha dictaminado que ahora será posible retirar alimentos y líquidos de pacientes con daño cerebral sin recurrir a ningún tribunal, únicamente cuando haya mutuo acuerdo entre familiares y médicos.
"Estas son noticias preocupantes y decepcionantes, porque eliminan una salvaguardia importante de quienes no tienen voz", dijo el Dr. Peter Saunders, director de campaña de Care Not Killing, en respuesta a la decisión tomada por la Corte el 30 de julio.
"Hará más probable –añadió– que los pacientes severamente dañados cerebralmente morirán de hambre o deshidratados bajo un supuesto 'mejor interés' y que estas decisiones estarán más influenciadas por aquellos que tienen intereses ideológicos o financieros".