En nuestras manos está que no haya más Herodes, dijo Mons. Aguer sobre aborto en Argentina

El Arzobispo de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, se refirió al debate sobre el aborto en Argentina, donde aseguró que las masivas manifestaciones por la vida realizadas en marzo demuestran "que el pueblo argentino no come vidrio tan fácilmente".

En su reflexión en el programa "Claves para un Mundo Mejor", emitido el 7 de abril por Canal 9, Mons. Aguer lamentó el hecho de que en el drama del aborto "hay crueles Herodes todavía y hay mártires inocentes".

"Nosotros decimos basta de mártires, basta de Herodes sobre todo; en nuestras manos está, de alguna manera, que eso no ocurra más. Es preciso proteger a la mujer embarazada y a la vez al fruto de su embarazo. Hagamos cada uno lo que esté de nuestra parte", alentó.

En ese sentido, Mons. Aguer subrayó la esperanza de que "en este momento, en que el país está convulsionado por la propuesta de legalizar el aborto, mucha gente, en todo el país, se congregó para decir 'sí a la vida, no a la muerte'".

Destacó como "digna de ser notada" la Marcha por la Vida de Buenos Aires que, según la organización, congregó a unas 150 mil personas el 25 de marzo, Día del Niño por Nacer. "No hay que callarse", alentó el Arzobispo.

"Así como esa gente que llenó las calles de Buenos Aires el pasado 25 de marzo seguramente participará de otras manifestaciones, esa voz tiene que dejarse oír continuamente, tiene que seguir sonando", sostuvo.

Para el Arzobispo de La Plata, el éxito de estas marchas "significan que el pueblo argentino no come vidrio tan fácilmente".

"Aquellos que han presentado proyectos abortistas, creen que la mayoría está a favor del aborto y sacan, cada tanto, alguna estadística como argumento. Algún medio, de comunicación, que prefiero no mencionar, publicó una supuesta encuesta que dice que el 80% de la gente está a favor del aborto", señaló.

Sin embargo, indicó que "una cosa son las élites, especialmente las élites pseudoilustradas, desgraciadamente muchos jóvenes a los cuales en las universidades les masajean el seso, y otra cosa es el pueblo, el pueblo sencillo, la gente común".