17 de octubre de 2010 / 10:48 AM
En la Misa de canonización de seis nuevos santos que presidió hoy en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI resaltó que la liturgia de hoy ofrece una enseñanza fundamental: "la necesidad de rezar siempre, sin cansarse".
En la homilía publicada por Radio Vaticano, el Santo Padre alertó del hecho que "a veces nosotros nos cansamos de rezar, tenemos la impresión que la oración no es tan útil en la vida, que es poco eficaz. Por eso somos tentados de dedicarnos a la actividad, de emplear todos los medios humanos para alcanzar nuestros objetivos, y no recurrimos a Dios. Jesús en cambio afirma que es necesario rezar siempre".
Esta enseñanza, explica el Papa, el Señor la presenta con el rezo constante de una viuda que pide que un juez que no teme a Dios la oiga: "si un juez deshonesto al final se deja convencer del pedido de una viuda, cuanto más Dios, que es bueno, escuchará a quien le pide. Dios de hecho es la generosidad en persona, es misericordioso, y por lo tanto está siempre dispuesto a escuchar la oración. Por lo tanto, no debemos desesperar, sino insistir siempre en la oración", señala.