El Presidente de la Conferencia Episcopal de Haití (CEH) y Obispo de Hinche, Mons. Louis Kebrau, destacó que pese a la grave crisis de miseria y pobreza que vive en el país, hay signos de esperanza como la reciente consagración de la nación a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y la gran cantidad de vocaciones en la Iglesia.
En entrevista concedida a la organización internacional Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), Mons. Kebreau, reelegido Presidente de la CECH el pasado 6 de diciembre, dijo que "la situación de la Iglesia es muy delicada. En algunas parroquias alejadas, la pobreza es tal que los sacerdotes no siempre tienen qué comer. Comparten con los feligreses lo que ellos buenamente les ofrecen. No lo escondo, vivimos hora difíciles".
Tras expresar su esperanza en que pronto esta situación mejore, el Prelado haitiano indicó que "estamos en la noche, pero es en la noche en que es bueno creer. La gran mayoría del país es católico, la Iglesia del país es dinámica, particularmente la juventud. En efecto, en el corazón de esta noche, hay algunas luces para guiarnos y reavivar la esperanza para vencer las dificultades".