La Conferencia Episcopal del Congo proclamó el Año Jubilar 2009-2010, como un "año de gracia por nuestro país, un año de renovación y alegría, un año de reconciliación con Dios, para poner fin a la corrupción que destruye la nación y construir con el Dios de la justicia un Congo solidario, próspero y unido".
En un reciente mensaje de los Obispos del Congo dado a conocer por L'Osservatore Romano, los prelados hacen este anuncio en ocasión del 49º aniversario de la independencia nacional.
En el documento, el Episcopado hace un llamado para que el país, "con la fiel y generosa colaboración de todos" pueda convertirse en uno "próspero y feliz"; para así superar distintos pasos que van contra la nación en cuanto a la concordia nacional y el bien común.